La Olla Ferroviaria.
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Autores: Javier Sanchez Mateos y Jesús María De La Torre Gómez.
La Olla (Putxera) ferroviaria nació en el Ferrocarril de La Robla de FEVE. Estas nacieron para que los maquinistas, fogoneros y guardafrenos pudieran comer algo caliente durante su larga jornada de trabajo (llegaba incluso a las 10h) desde Bilbao hasta León. Al poco rato de salir de Bilbao, empezaban a preparar sus ollas, ya que la coción se hacía a cocción muy lenta.
El maquinista y el fogonero utilizaban una olla que tenia un manguito de cobre que se conectaba a una espita de la caldera que aprovechaba el vapor y el calor para una buena cocción. En cambio los guardafrenos, al estar en la garita del ultimo vagon que componía la composición, tenían otro tipo de putxera, que consistía en un armazón con un hornillo para echar el carbón vegetal que se metía por una pequeña puerta que también hacia de tiro. A veces, hacían la putxera en el vagón correos (si este estaba cerca del vagón guardafrenos). Los maquinistas cambiaron a este tipo de putxeras, cuando las locomotoras diesel sustituyeron a las locomotoras de vapor. Los guardafrenos siempre ponían una ración más, porque el Jefe de Tren se unían a ellos para saborear el cocido.
Los ingredientes de Las Ollas (Putxeras) de La Robla consistían en alubias (rojas o agarbanzados), costilla, morcilla, tocino y el chorizo. También se le puede añadir tomate, patatas, pimiento, zanahorias, cebolla, ajo, sal y agua cubriéndolo todo.
La putxera se enciende con un kilo y medio o dos kilos de carbón.
Cada región utilizaba su ingrediente especial:
- En Vizcaya à Alubias.
- Mataporquera (Cantabria) à Patatas con carne.
- Palencia à Alubia blanca.
- Leon à Alubia blanca.
- Salamanca à Patatas con costilla y una caldereta bejarana ( obtuvo un premio 2.018 en concurso en Palencia.
A día de hoy ferroviarios y aficionados se reúnen para organizar unas buenas putxeras ferroviarias
Antonio (jubilado ferroviario).
Yo creo que la olla ferroviaria se hacía más en los ferrocarriles del norte que por esta zona nuestra. Tengo entendido que comenzó a usarse en los largos trayectos que tenían que hacer los ferroviarios para llevar el carbón de la Robla hasta Bilbao. Con este instrumento les permitía comer algo caliente. Normalmente preparaban platos cuya base principal eran las patatas a las que se añadía carne, bacalao lo que tuvieran, que no era mucho. La «olla» era fácil de transportar, era como un equipaje más del ferroviario que bajaba y que subía en las estaciones… y las patatas seguían cociendo.
Me alegro de que se conserven estas cosas que pertenecen a nuestra cultura ferroviaria. A los de las fotos: ¡Que aproveche!
