«Al Pasar por Terradillos, un Trago de Agua y un Pitillo»

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Autor: Abdón Sánchez Gónzalez.

Se puede decir que para el maquinista y el fogonero, al salir o pasar por Alba de Tormes, suponía hacer un último y gran esfuerzo para llegar a Salamanca, dada la fuerte rampa que se tenía que ascender. Dicha subida, de unos diez kilómetros de longitud, tenía un veinte por mil de perfil.

El cansancio del maquinista y el del fogonero  acumulado durante el trayecto desde su inicio en Plasencia y las pocas reservas de carbón y agua que ya quedaban en la locomotora de vapor, hacían muy penosa la subida. Cuando llegábamos a la zona un poco más llana, frente al pueblo de Terradillos, la rampa disminuía y siempre que se pasaba por el lugar, incluso cuando pasábamos con las máquinas diesel los veteranos maquinistas exclamaban : «Al pasar por Terradillos, un trago de agua y un pitillo»

Paco, desde Madrid.

He leído con mucha curiosidad el texto, relatado por un maquinista que le tocó subirla,  de lo costosa que era la subida para las locomotoras de vapor desde la estación de Alba de Tormes hasta llegar a Terradillos. Me parece muy interesante y les envió una copia del perfil,que corresponde a ese tramo, por si consideran oportuno poner. Sigan recogiendo estos trozos de nuestra historia ferroviaria salmantina. Un saludo.